LA CONSCIENCIA Y LA
VOLUNTAD…
P. ¿Por qué la
naturaleza hizo incompleto al hombre, lo dejó a mitad de camino?
R. Es una buena pregunta,
sólo que por ahora usted no entiende qué puede adquirir un hombre.
Cuando lo entienda,
comprenderá que aquellas cosas sólo pueden adquirirse mediante los propios
esfuerzos del hombre.
Lo que puede
desarrollarse en el hombre es la consciencia y la voluntad, y sólo pueden ser
desarrolladas si el hombre comprende que no las posee.
Cuando comprenda eso,
verá que sólo pueden obtenerse, no darse.
El hombre es creado
del único modo que puede ser creado.
Todo lo que puede
darse, se da; no puede darse más.
De lo contrario, eso
sería lo mismo que tomar un hombre de la calle y convertirlo en general; no
sabría qué hacer.
No pueden dársenos
aquellas cualidades, debemos ganarlas o comprarlas con esfuerzo.
Este es el único modo
de adquirirlas.
El conocimiento real,
el conocimiento objetivo es el conocimiento que proviene de la mente superior.
Tal conocimiento nos
enseña cómo estudiar al hombre, cómo estudiar el universo, y también cómo
estudiar a uno en relación con el otro.
Con el conocimiento
objetivo es posible conocer el mundo real mediante el uso de los principios de
la relatividad y la escala, y mediante el conocimiento de las dos leyes
fundamentales del universo: la Ley del Tres y la Ley del Siete.
La aproximación al
conocimiento objetivo es a través del estudio del lenguaje objetivo.
Recuerde que dije que
el estudio de este sistema empieza con el estudio de un lenguaje nuevo, y le di
varios ejemplos: los centros, la división del hombre nº 1, nº 2, nº 3, nº 4, nº
5, etc., la identificación, la consideración, el recuerdo de sí.
Todas estas son
expresiones de este lenguaje.
El paso siguiente es
el estudio de uno mismo, el estudio de la máquina humana, y la comprensión del
lugar del hombre en el universo.
Este conocimiento de
uno mismo es a la vez un objetivo y un medio.
Pero como dije, si un
hombre quiere desarrollarse, el conocimiento solo no es suficiente; debe
trabajar también para cambiar su ser.
Sólo que el cambio
del ser es tan difícil que sería casi imposible si el conocimiento no estuviera
allí para ayudarlo.
De modo que el
conocimiento y el ser deben crecer juntos, aunque uno está muy separado del otro.
Ni el conocimiento ni
el ser pueden dar, por separado, una comprensión correcta, porque la
comprensión es la resultante de un crecimiento simultáneo del conocimiento y
del ser.
El crecimiento del
conocimiento significa una transición desde lo particular a lo general, desde
los pormenores a la totalidad, desde lo ilusorio a lo real.
El conocimiento
corriente es siempre un conocimiento de los pormenores sin el conocimiento de
la totalidad, un conocimiento de las hojas, o de los nervios y las endentaduras
de las hojas, sin conocer el árbol.
El conocimiento real
no sólo muestra un pormenor dado sino también el lugar, la función y el
significado de este pormenor en relación con la totalidad.